25 motivos que demuestran cómo la formación en PRL refuerza las competencias profesionales y encaja en la normativa de formación para el empleo

03/02/2025 / Bonificación PRL / 1 minuto de lectura

25 razones que muestran que la formación en PRL, cuando se aborda desde un enfoque competencial y se justifica correctamente, contribuye al desarrollo continuo de los trabajadores, fomenta la competitividad y productividad de las empresas, mejora la empleabilidad de los profesionales y favorece la acreditación de sus competencias, alineándose completamente con los principios y objetivos establecidos por la Ley 30/2015.


La formación en Prevención de Riesgos Laborales (PRL) no solo cumple con una obligación legal, sino que, si se diseña adecuadamente, se alinea con los objetivos de la Ley 30/2015 al promover el perfeccionamiento de competencias profesionales, la empleabilidad y la competitividad empresarial. Por un lado, facilita la formación continua de los trabajadores, quienes adquieren habilidades en análisis, resolución de problemas y mejora de procesos relacionados con la seguridad y salud en el entorno laboral. Por otro lado, contribuye a mejorar la productividad y reducir los costos derivados de accidentes o bajas laborales, reforzando la competitividad de las empresas y respondiendo a las necesidades reales del mercado. Además, cuando se ajusta a los estándares de calidad y procedimientos de acreditación, puede llevar a la certificación formal de las competencias adquiridas, favoreciendo la trayectoria profesional del trabajador y su adaptación constante a un entorno laboral en constante cambio.